Esta arma se organizo en torno a los cuerpos de línea existententes al momento de la declaración de guerra, estos cuerpos fueron ampliandose gradualmente en número de compañías y soldados hasta llegar al standart que se mantuvo hasta el termino de la campaña de Lima.
Así los primitivos batallones fueron transformados a regimientos, estas nuevas unidades se componían de una pequeña plana mayor, usualmente el comandante de rango Teniente Coronel, el segundo comandante de rango identico al anterior o Sargento Mayor, un Capitán Ayudante de mayor jerarquía que los demás capitanes, un oficial abanderado, normalmente un teniente un par de subtenientes que hacían las veces de ayudantes y los ordenanzas (soldados rasos encargados de prestar todo tipo de servicios a los oficiales, como por ejemplo cocinarles, remendarles la ropa, etc.) luego el regimiento se componía de dos batallones, que solo eran una agrupación de cuatro compañías, dos de ellas de fúsileros, en tanto las otras dos recibían el nombre de compañías de granaderos y de cazadores, pero que en la practica no se diferenciaban de las de fusileros, el total de tropas que componía las compañías eran cuatro oficiales (un capitán, un teniente y dos subtenientes)y 150 soldados y suboficiales en el caso de las compañías de fúsileros y 149 en el caso de las de granaderos y cazadores. Lo anterior nos da un total aproximado de 600 hombres por batallon y 1200 por regimiento. Pero por regla general producto de las bajas producidas principalmente por enfermedades, el número de hombres se acercaba en la practica a unos 120 hombres por compañía, 500 por batallon y unos 900 a 1000 hombres por regimiento, así tenemos finalmente la infantería organizada en cuatro regimientos, cinco posteriormente de organizarse el regimiento de línea "Santiago".
El regimiento de "Artillería de Marina", mantubo una organización que escapa a toda la lógica anterior, puesto que siguió actuando como una fuerza de infantería, pero reforzada con
algunos cañones de bronce, su número fue aumentado también hasta 1.200 hombres pero en
estricto rigor, jamás contó con tal número, puesto que las guarniciones de los barcos de la escuadra como ya se sabe provenían de este cuerpo, así como la guarnición de la estrategica colonia de Punta Arenas, en el estrecho de Magallanes, es así como en Tarapacá presenta unos 500 hombres a la campaña, en Tacna unos 650 y menos de 400 a Lima.
Por otro lado la guardia nacional se organizo en principio por regla general en Batallones, solo el "Lautaro" y el "Esmeralda" fueron organizados como regimientos analogos a los de línea,
los batallones podían ser de dos tipos; analogos a los de los regimientos de Línea, reforzados
por una pequeña plana mayor, es decir cuatro compañías con un total de 600 hombres. O bien
organizados en base a una plana mayor y seis compañías, cuatro de fusileros, una de Granaderos y otra de Cazadores, cada una de estas con cuatro oficiales y 98 a 100 soldados, dependiendo si se trataba de granaderos o cazadores, o bien fusileros, pero como ya se dijo con anterioridad esta
distinción carecia de efectos practicos. Al igual que los batallones de los regimientos de línea el
número real de tropas tanto en los batallones del primer tipo (4 compañías), como los del segundo (6 compañías) era de 500 a 550 hombres. El batallón "Naval" fué una exepción al tiempo de la campaña de Lima, puesto que se organziaba en seis compañías pero del mismo tamaño que los batallones de cuatro compañía, con lo que en la practica tenía casí tanto personal como algunos regimientos (unos 800 hombres).
Sin embargo a medida que el conflicto se extendió, en tiempo y magnitud, la mayor parte
de los batallones que primitivamente operaron en Tarapacá o Tacna, hacía el tiempo de la campaña de Lima se habían transformado en regimientos idénticamente organizados a las unidades de Línea.
Solo la Policía de Valparaíso organizada como Batallón escapo a la regla general de la organización de dichos cuerpos, se le organizó en solo tres compañías, con un total de unos 350
hombres. Este cuerpo fue enviado devuelta a Chile, luego de la campaña de Tacna y reemplazado
por una nueva unidad con el mismo nombre pero no organizado como un batallón sino como un
regimiento, realizo esta aclaración pues normalmente esta unidad provoca confusiones.
Al termino de la campaña de Lima, se reorganizaron los cuerpos, es así como al "Santiago" se le redesigna como 5º de línea, así mismo dos cuerpos cívicos que se distinguieron en las campañas fueron transformados en unidades de línea el "Chacabuco", que se convirtió en el 6º de Línea y el "Esmeralda" que paso a denominarse 7º de Línea. la reorganización fue mucho más allá, es así como los regimientos se transforman en Batallones de seis compañías, al estilo del batallón "Naval" es decir teóricamente con 900 hombres.
En el plano del armamento, los cuerpos de línea estaban armados con el excelente fusil Belga Comblaim, modelo 1876, un arma bastante nueva y mortífera, por su parte a los cuerpos de la Guardia Nacional se les equipó con el mismo fusil Comblaim o bien con el fusil Francés Grass, es decir en las unidades chilenas a diferencia de las peruanas tenían una bien homogénea masa de armamentos, lo cual unido a que ambos fusiles tenían el mismo calibre (11 mm), y podían utilizar las mismas municiones, simplificaba tremendamente el trabajo de los servicios logísticos. Finalmente en el plano de armamentos es necesario decir que las tropas de guarnición en el territorio chileno, usaban el fusil francés Beaumont, también de 11 mm.
Luego de la toma de Lima, las tropas armadas con fusil Grass, cambiaron este armamento por los Comblain de los cuerpos repatriados, transformándose este fusil en el estándar de la infantería durante el resto de la guerra.
En el plano de equipamiento, los soldados calzaban excelentes medias botas cafés, los pantalones eran de tela, y por lo general los cuerpos de línea usaban el uniforme francés (chaqueta azul marino corta, solo hasta la cintura, y pantalones rojos), en cuanto al Kepí, en este se colocaba un símbolo distintivo para la unidad, además los soldados que habían participado en batallas llevaban sobre el pecho cintas (una por acción en la cual se hubiera participado), en la campaña de Lima antes de Chorrillos, habían soldados que llevaban hasta siete cintas, estas después fueron cambiadas por medallas. Este uniforme descrito es muy distinto al que lucieron en la parada militar 2000 la 4º Compañía del Batallón "Chacabuco", quienes inexplicablemente lucían uniformes con grandes errores, chaquetas largas, botas negras y con cordones, lo que nos demuestra lo "acuciosos" que son los soldados cuando nos preparan estas sorpresas.....
Camarada fiel del soldado en las marchas por el desierto era la "Caramayola", cantimplora esférica, con capacidad para dos litros de agua, y un cinturon porta balas, este cinturón tenía veinte pequeños estuches donde se guardaban 200 balas, a razón de 10 por estuche, pero muchos de estos tenían los estuches sin la parte superior por lo que las balas se perdían por montones cuando los soldados se tendían.
Respecto del personal, la tropa del ejército de tiempos de paz era lo que se podía conseguir con la oferta que se tenía, a cambio de mucho riesgo, representada por muertes terribles en la campaña contra los Araucanos, poca comida, condiciones sanitarias deplorables, malos tratos, una ordenanza general de Ejército Draconiana y un sueldo de pellejerías, además de estar obligado el soldado a reponer cualquier pieza de su equipo que se perdiera, obviamente solo los desesperados o aventureros podrían elegir esa profesión, como se comprenderá la única forma de mantener a esta tropa bajo control era a través de la más estricta disciplina, de ahí se sigue lo que señalaba antes, como Ordenanza General de Ejército tan dura. Con el estallido de la guerra este personal fue cambiado, millares de hombres pidieron una plaza o fueron reclutados, entre estos encontramos una heterogeneidad tremenda, desde oficiales de sala de la Corte de apelaciones (como el caso de Justo Abel Rosales, quien ingresa al ejército como Sargento 1º), estudiantes púberes (Como Arturo Benavides) o huasos chillanejos (como Hipólito Gutiérrez). En general los soldados mostraban una buena capacidad e iniciativa a la hora de combatir, pero por sobre todo en los momentos de dificultad mostraban una tendencia a resistir hasta las últimas consecuencias, prueba de ello es el combate de Tarapacá, donde el RI 2º de Línea por ejemplo sufrió alrededor de un ¡40% de bajas!, y de 2.300 hombres que componían la expedición, se perdieron aproximadamente un 32% y de ellos sol cayeron prisioneros solo un 2,6% del total de combatientes. También es posible encontrar esta actitud en combates como el de Concepción y Tambo de Mora.
La jefatura del ejército no era, como algunos los han pintado, un grupo de genios a la altura de los más grandes generales de la historia, sino más bien se trataba de hombres limitados, su experiencia de guerra se basaba principalmente en las campañas araucanas, y en un grupo muy pequeño (Arteaga, Sotomayor, Santa Cruz, Ramírez) además por el estudio de manuales extranjeros, pero en general incluso este reducido número de hombres se mostraron más bien rígidos y carentes de iniciativa, como por ejemplo no olvidemos que Sotomayor pensaba dar batalla a Buendia en el llano de Santa Catalina, Arteaga se olvidó por completo de la más elemental logística al marchar sobre Tarapacá, Santa Cruz no se atrevió a plantear combate con sus fuerzas en Tarapacá aún viendo que el plan original estaba fracasado, y Ramírez aún sabiendo que era un error del porte de una ballena el descender a la quebrada con su regimiento, obedeció rígidamente. Ahora si estos eran la oficialidad intelectual, que queda para los otros como Escala y Baquedano por ejemplo; el ejército se vio limitado a movimientos elementales, el ataque frontal de Baquedano en Tacna, Chorrillos y Miraflores son una prueba de ello, se venció es cierto, pero el costo fueron baños de sangre.
Pero no todo es negativo en el comando chileno, es posible apreciar una notable evolución gracias a la mejor de las escuelas, la guerra misma, y es así como personajes que aparentemente estaban destinados a ser secundarios brillaron, Lagos, Velásquez y Gorosteaga, y otros más inteligentes recuperaron su fama, como Sotomayor, quien realizó tal ves el movimiento táctico más espectacular de la guerra transformado la orden de Baquedano, de carga frontal, en el derrumbamiento del centro peruano en San Juan.
Nada más podemos decir, hubo que luchar una guerra, se hizo con lo que se tenía a mano, se enfrentó a un enemigo decidido y valiente, pero la infantería chilena salió triunfante.
por Jorge Ojeda Frex
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